Ser feliz me da vergüenza

No che, la verdad que no, ser feliz no me da vergüenza, pero la gente y el contexto me intimida a no serlo. Les cuento cómo empezó todo esto.

Como de costumbre, me levanto a eso de las 6am y pongo la radio, escucho a Petinatto (cuyo apellido no sé como se escribe porque escribo PeTTinato y PetinaTTo, nunca sé dónde va la doble t) y me río, como el programa tiene buen contenido, buena música, y demás es difícil no reírse. Me voy a tomar el transporte público (colectivo), y sigo escuchando la radio con mi mp3 y alguna que otra carcajada se me escapa.

Pero, al instante que esa carcajada/risa/jiji/jaja/demás onomatopeyas salen de mi boca, la gente que está en el colectivo oye ese peculiar ruido (jaja), que no es exagerado, y se da vuelta mirándolo a uno furtivamente como diciéndote: "Y vos papanata, ¿de qué te reís?" y medio como que uno se tiende a intimidar, pero yo aprendí a no intimidarme ni esconderme cuando me río, y ahí fue cuando me dí cuenta que mi felicidad le molesta a la otra persona.

Ahora, yo me pregunto: ¿Qué le pasará a esa gente que no se anima a reírse en público?¿ Acaso ser felices a determinadas personas les da vergüenza porque se piensan que no encajan en la sociedad?¿ Por qué la sociedad tiene que estar triste y mal todo el tiempo?, pareciera que a todos los lados que uno va está esa onda de bajón y oscuridad, y la vida no siempre es así, aunque a veces lo sea hay que aprovechar esos momentos y arranques de felicidad que uno tiene para guardárselos y recordarlos, que si alguna vez fuimos felices podemos volver a serlo.

La verdad no se ninguna de las respuestas a estas preguntas, pero algo que sí sé es que el título lo saqué del libro de Sebastián Wainraich, Ser feliz me da vergüenza y otros cuentos . No se la verdad que les sugiero que lean el libro a mi me gustó mucho y ese cuento en peculiar es excelente, así que si quieren saber el final de la reflexión compren el libro o saquen sus propias conclusiones. El que quiera comentar que comente, me interesa saber que es lo que piensa cada uno e historias. En fin,

Goodbye.

Rocío Rocha